La estructura de la economía paraguaya refleja una cierta ventaja comparativa en agricultura y agro-industrias. La actividad económica en Paraguay continúa siendo eminentemente agropecuaria, concentrando este sector el 25,1% de la producción en el 2006. La dualidad productiva es la característica principal del sector agrícola, con un sector tradicional, intensivo en mano de obra, el algodón y uno moderno, la producción de soja. El cultivo de la soja representó en el 2004 el 33,9% del valor bruto producido por el sector agrícola. Paraguay es el 6to mayor productor de soja y 4to en términos de volumen exportado mundialmente. En el año 2006, las exportaciones de soja representaron 23,1% del total de las exportaciones.
La industria en el año 2006 representa el 14,5% del PIB, dedicándose en gran medida al procesamiento de materias primas locales. El valor agregado a la producción es todavía bajo, representando la exportación de bienes primarios o con bajo grado de procesamiento más del 90% de las exportaciones de este sector. Alimentos, bebidas y madera son los rubros industriales más importantes constituidos básicamente por industrias de tamaño medio y pequeñas que aprovechan por lo general la base de materias primas generadas por el sector primario. Las microempresas representan el 80% del total de empresas industriales, pero contribuyen en solamente el 14% del producto industrial, en tanto que las grandes industrias sólo representan el 2% del total, pero generan el 48% del PIB sectorial. El rubro alimenticio es el más importante con el 33% de la producción bruta del sector, seguida por la industria textil y de la confección con el 16,4%, bebidas y tabacos con el 13%, productos minerales no metálicos con el 8,5%, productos manufacturados con el 5,9%, industrias de la madera con el 4,3%, productos metálicos con el 3,6%, productos del cuero con el 3,9%, productos químicos y farmacéuticos con el 3,3% e industrias del papel con el 3,2%; entre los de mayor importancia.
El sector terciario aportó el 49% del PIB durante el año 2006, lo que denota un incipiente desarrollo de los servicios. Durante los últimos diez años, el sub-sector de comunicaciones fue el más dinámico, creciendo a una tasa promedio del 3,8% anual. La apertura y la desregulación del sector de servicios básicos (electricidad, agua y telefonía fija) a la participación del sector privado presentan excelentes oportunidades de crecimiento para los próximos años.
Por otra parte, el sector comercio y finanzas, había registrado un aumento a una tasa promedio anual del 0,5%, durante la primera mitad de los últimos diez años, viene experimentando un incremento del 3,3% en promedio en los últimos 5 años, lo que no alcanzó a evitar una caída en su contribución al PIB, del 22,3% en 1997 al 20,7% en el año 2006, como resultado de la disminución del volumen de comercio internacional y de las crisis financieras en los años 1995, 1998 y 2002. No obstante, el sistema financiero se ha saneado y se está recuperando.